Palabras festivas, eso ando buscando; no las encuentro. Me encandilaban entre tanto arbolito y lucecitas de colores.
Hoy, días después de nuevos comienzos, me aventuro a volver a contar, a volver a perderme entre “tanto” Nos-Otros
Cierro los ojos un instante para poder empezar a ver mejor. En esos momentos pensé en el año que se nos fue: año de finales, año de comienzos.
Hoy un inicio y si pienso en ayer, un final. Un año que se fue y que tuvo más que excelentes calificaciones. Donde pudimos y quisimos seguir resintiendo, deseando, construyendo; generando, pretendiendo ser; Siendo puentes entre Nos-Otros y los Otros.
Así me detuve en esa despedida: con tantos comienzos que parecen finales… con tantos finales que los siento comienzos… Pero solo logré ver un nuevo año que se nos suma con almanaque, años, días nuevos, sueños y oportunidades nuevas.
Me resisto a dejar de soñar, me resisto a dejar de creer. (-!-?-)
De esta manera en un momento de lucidez, preferí dejar de hablar de más, de machucar a este pasado “tan pasado” que me exige y que hoy solamente me ofrece tu recuerdo entre pan dulces vencidos y restos de sidra caliente.
Adiós 2010: Año de excelentes comienzos, continuidades y proyecciones.
Y se nos aparece un nuevo año entre esos inicios y ganas de futuros presentes. Es por eso que deseo perderme en el presente, en sus sabores y pasiones, en sus colores y sensaciones nuevas que trae bajo sus dos mil once brazos.
Dos mil once brazos para comenzar y continuar construyendo puentes.
¡Amigos, Buen 2011, Paz y Amor!