No comprendo el porqué te escribo. Me pierdo en lo que no soy y todavía no somos.
Y se aparece y nos empuja hacia ese abismo, hacia una nada que aún no logra explicarnos. Y me pierdo.
No soy yo cuando aparece. No soy yo cuando se mete entre nuestras sábanas y nuestro futuro.
No digas su nombre –destino-, no lo menciones. Me lastima. Yo no hablo de él, él ya no existe, no me nombra más, ya pretende no doler…
Sangra ahora esta herida que no es nada pero duele tanto, confunde tanto, duele y confunde todo. Mete miedo. Mete bronca.
Y ahí estás por vigésima vez entre nosotros, tu pasado, mi presente, nuestro futuro. No lo puedo evitar. Me hace/hacer.
Aprieto los dientes para no decirte que ya no puedo más y que no lo soporto. No quiero más imágenes del pasado. Quiero nuevas fotos esta vez…
Pero sin querer volviste a aparecer entre esas imágenes y me perdí….
“Me mordí los labios. No estabas. Te pensaba y te recorría a la distancia. Una distancia que no recuerdo porque había cerrado los ojos mientras nos alejábamos. Mientras que mentías amor y yo engañaba lo que creía. Y no era nuevamente que se repetía la situación. Era que tu cuerpo y tu nombre tan cerca de mí ya no me decían nada.
Antes, me perdía en tu mirada como en tu nombre –destino, destino, destino-. Pero otro nombre con otra mirada me recurre, me engaña con su boca mentirosa y su aroma a paz y a sabiduría. Y me pierdo en esos momentos y ya no logro pensarte como antes. Te olvide, recordándote cada día de mi vida, deseándote cada día de mi vida….”
Y se aparece y nos empuja hacia ese abismo, hacia una nada que aún no logra explicarnos. Y me pierdo.
No soy yo cuando aparece. No soy yo cuando se mete entre nuestras sábanas y nuestro futuro.
No digas su nombre –destino-, no lo menciones. Me lastima. Yo no hablo de él, él ya no existe, no me nombra más, ya pretende no doler…
Sangra ahora esta herida que no es nada pero duele tanto, confunde tanto, duele y confunde todo. Mete miedo. Mete bronca.
Y ahí estás por vigésima vez entre nosotros, tu pasado, mi presente, nuestro futuro. No lo puedo evitar. Me hace/hacer.
Aprieto los dientes para no decirte que ya no puedo más y que no lo soporto. No quiero más imágenes del pasado. Quiero nuevas fotos esta vez…
Pero sin querer volviste a aparecer entre esas imágenes y me perdí….
“Me mordí los labios. No estabas. Te pensaba y te recorría a la distancia. Una distancia que no recuerdo porque había cerrado los ojos mientras nos alejábamos. Mientras que mentías amor y yo engañaba lo que creía. Y no era nuevamente que se repetía la situación. Era que tu cuerpo y tu nombre tan cerca de mí ya no me decían nada.
Antes, me perdía en tu mirada como en tu nombre –destino, destino, destino-. Pero otro nombre con otra mirada me recurre, me engaña con su boca mentirosa y su aroma a paz y a sabiduría. Y me pierdo en esos momentos y ya no logro pensarte como antes. Te olvide, recordándote cada día de mi vida, deseándote cada día de mi vida….”
Buscame amor porque me pierdo pasado.