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domingo, 30 de diciembre de 2007

2008: No será mucho… pero es todo.

Decime que querés un poco más de este año que se nos viene. Asegurame que esperás que mañana algo vaya a mejorar. ¿No deberíamos entonces empezar a movernos? Y no sólo bailando la noche del 31.
Mañana quizás pertenezcamos a esa farándula tan codiciada pero hoy, y para mañana, no seremos más que otros de los tantos invitados a estas fiestas que suelen repetirse todos los años.

¿Qué podemos hacer con todo un año a estrenar?
Empezar, entender, disfrutar, mover, cambiar, pensar, hacer, hacer, y hacerlo de nuevo. Retomar lo que habíamos dejado para ayer, y que ya se fugó con el año que se nos pasó.
Entonces, pidámosnos mucho más: dame más, más vida, más situaciones para enfrentarlas, más experiencias para descubrirles su sabor particular, más fracasos para ahogarme en alcohol y pasarla tan bien esa noche, y tan mal al día siguiente.

Y los dejamos para algún después ¡Que el destino se encargue de ellos! Me refiero a esos cambios, obsesión de muchos. Solemos abandonarlos para estos finales de año, y que últimamente corren más rápido que las malas noticias. ¡Hace tanto que no nos sentamos a esperar nada! Nos resignamos a que los cambios lleguen solitos y golpeen nuestras puertas la noche del 31. “Esta difícil”, diría más de uno.
Pero podemos hacer de estos nuevos vientos, espacios para seguir buscando lo que en verdad creemos es para nosotros: amor, trabajo, Paz, dinero, Placer, felicidad, profesión, cariño (¡yo, yo! ¡yo quiero!), salud, Fiesta, algo que hacer. En fin, para que sigamos buscando nuestro Destino.

Nadie puede asegurar que las oportunidades siempre aparecen entre sombras y luz. Así que está en nosotros, como siempre, lograr algún vuelco a lo que tanto criticamos de nuestro alrededor. ¡Ya se! Seguimos haciendo lo mismo: palabras y más palabras que se repiten año tras año. Logra sacarnos de quicio y nos deja en el mismo lugar: los Sin Cambios pero ¡qué se puede ofrecer más que esperanzas en algún próximo futuro!

Tengo una idea… El 2008 podría servirnos para que seamos eso que todo tu alrededor suele tenerle miedo. Eso diferente y tan común que a mí me daría ganas, asquito y sueño, y a tu vecina nauseas y deseo. Más de los mismos roedores de mierda que tanto le gusta al de a lado y que hacen imposibles cumplir los anhelos al resto del universo. Más de lo mismos deseos insignificantes que penetran en la memoria de aquel, haciéndose muy bien del pelotudo, entre sus uñas, y lo que dicen los demás.

Prepongo para este nuevo año (algo decente, hay que variar un poco) que no nos aburramos. Porque cuando lo hacemos es justo ahí que empezamos a querer joder al “Otro”. ¡Pobre! Recibe ya tantos palos todos los días. Intentemos no reventarlo más.
De verdad, ¡no nos aburramos! Sabés, podemos usar nuestra imaginación para lograrlo, ¿quién nos lo impediría? Este es mi deseo.
Interesante. Haríamos muchas cosas divertidas.

Y así te vas 2007. A muchos chanchos hiciste engordar, y a muchos Boludos Importantes lograste confundir más. Así te vas, con tus cartas bajo la manga, apurado, hacia algún tacho de basura.

¡Bienvenido morochito 2008! No sos mucho pero sos todo Así, aparecés entre ilusiones y expectativas, entre más de lo mismo y nuevos 366 días de oportunidades (uno de yapa).

Amigos… ¡Feliz Año! Y ya saben… ¡Paz!

jueves, 27 de diciembre de 2007

Donde no quisimos ir nunca

“Los hombres somos unos siervos de los prejuicios, le había dicho alguna vez. En cambio, cuando una mujer decide acostarse con un hombre, no hay talanquera que no salte, ni fortaleza que no derribe, ni consideración moral alguna que no esté dispuesta a pasarse por el fundamento: no hay Dios que valga”.
Gabriel García Márquez
(más que un grande e inspirador)


El ego de los dos nos llevará hacia donde no quisimos ir nunca: hasta vos, hasta mí. Pero, y estoy más que segura, será tarde. Siempre es tarde.
¿Por qué es ahora o no será nunca? ¿Por qué lo deberíamos hacer bien ahora y no mañana? ¿Por qué los minutos ya salen a bailar y no después de las doce?
¿Quién romperá este silencio, tan transparente, y que dice mucho más de nosotros? Es un idioma tan cifrado que ni nosotros lo deducimos. “Es como entender lo que escribís”, me dijiste alguna vez.
¿Qué haríamos después de lo de siempre? Nos sacudimos para ver si se nos caía alguna idea. Nada mejor: nos vemos en alguna otra oportunidad. Volvé a eso que tanto querés, y que no seré nunca yo. Mientras, regreso al intento de descifrar esas palabras que escondés en la mirada.
No digamos nada (no rompamos el silencio), se va a notar que me mentís y que te miento. Nos engañamos para no decirnos la verdad que igual y más precisamente, quedaría como mentira.

¡Me manchaste el destino! Vos, Futuro Detestable, que siempre intenté dejarlo para más allá, y ahora está entre las piernas de un capricho, de un puto capricho de este malmirado destino.

“No fue ni la casualidad ni la floja causalidad la que nos encontró entre todo ese barullo. Fue esa manía nuestra de todos los días. Esa de despreciarnos tanto el uno al otro.”

sábado, 15 de diciembre de 2007

Esperarte

¿Por qué forzás todo para que te duela y te olvidas sólo cuando tenés ganas?

Nuestro personaje de hoy se dio cuenta de que se encontraba solo. Todo su alrededor se había esfumado, cumpliéndose su deseo de la noche anterior. Sucedió tan rápido que nadie pudo darse cuenta. Como para variar, nadie había sacado las narices de su propio reflejo ni tuvo dos segundos para pensar en él.
Eran muchas las cualidades que esperaba encontrar en este nuevo mundo vacío y todo suyo: paciencia, confianza, seguridad, esperanza, fe por lo menos en él… Otra vez, se sentó a la mesa a conversar con su sombra, y logró cruzarse con lo que es.
No es tan fácil estar todo el tiempo actuando para no ser uno mismo. Lo que esperabas de alguien es lo que esperás de vos… “Esperar lo peor de la gente”, había dicho…ese si que siempre fue un buen consejo. Todos con sus cartas bajo la manga, todos esperando lastimar a los demás. ¿No caes en la cuenta que es asqueroso nuestro egoísmo? ¿No caes en la cuenta que es enfermo aquel silencio?
Nuestro personaje de hoy se refugió detrás de lo que decía que era. Pensó que era un lugar perfecto, seguro. ¿Dónde está que no se encuentra?

Y escribir sobre vos me fascina pero no son más que vueltas y vueltas sobre palabras que ya dije. ¿Existirán personas que no se confunden?
Si alguien llegase un día y te dijera que sabe exactamente lo que es para vos. Que lo ha visto en un sueño (este ser supone tener la experiencia, la cabeza en frío, y un alma abierta). Te pide, entonces, que abandones las ilusiones que pudiste recoger por los suelos de tu vida. Pero ¿dónde quedarán tus palabras y las primaveras que esperabas florecer? No habías logrado aún encontrar alguien que pueda darle la luz suficiente. Porque como siempre, mezquinabas luz y esos mismos tristes años de ayer, sólo por esperar flores en la mañana.

Nuestro personaje de hoy se preguntó más de lo que sentía. Nunca recordaba lo que había hecho ayer. ¿Será bueno el mañana?
Y ahora, el pensamiento y la idea del mañana entre sabores de ayer.
Agrego: nuestro personaje de hoy somos cada uno de nosotros.

Te quiero contar algo

En una de esas tardes de tereré en mi casa, después de compartir esas reflexiones que solemos darle a la vida, y que a veces nos empeñamos en tener, Caro, me regaló estas líneas.
¡Gracias amiga por escucharme (especialmente todo el viaje a Pipo, puedo ser muy delirante, se sabe) y estar conmigo en mis búsqueda de felicidad!

Sinceramente, muy lindas palabras las próximas…

Te quiero contar algo…

Una vez empezó una historia. Una que cuenta una vida, vida de gente rara, aunque en realidad todos dentro de sí mismos encierran algo raro y único.
Esta vida se alimentaba de recuerdos, los recuerdos de un pasado que a sus ojos siempre fue mejor…
Y su presente y su futuro se confundían. Se perdían en una especie de magia que encierran los cuerpos que nunca quieren mostrarlo todo.
Esta vida pensaba en los años pasados, meditaba sobre lo que fue y lo que debió ser.
Y así andaba, como un triste añil de recuerdos.
Caminaba y se perdía. Todo a su alrededor se encubría en ese mundo oscuro de lo que no es y debe ser; esa ideología que te confunde y te miente a veces. Y se pasaba su vida, vida que en realidad nunca fue vida.
La gente no era gente, sólo era un montón de cuerpos de burbujas que rondaban los espacios y se acercaban a veces buscando cosas, o beneficios, y no la querían… al menos no como esa vida esperaba.
La vida, que desde un principio era gris, se fue tornando cada vez más oscura. Y la oscuridad la hacia confundirse más y perderse. La vida ya no sabía distinguir entre lo pasado y lo actual, entre lo que imaginaba y lo que pertenecía a lo cotidiano.
Pérdida y triste desandaba sus recuerdos, y salpicaba con ellos a cada nuevo encuentro, y esto la hacía sentirse más incomprendida, llena de miedo.
Tenía miedo pensó un día y creyó que encontró la solución. Pero aún seguía viviendo del pasado.
Y se encontró a miles de burbujas que andaban a su alrededor, todas ellas de un color diferente, algunas tan grises como ella, y otros de unos colores brillantes pero indefinibles, con matices que te hacían perder el sentido.
Las burbujas de vida que flotaban a su alrededor también estaban encerradas. Tal vez, no en sus recuerdos, sino en mini munditos de cristal. Mundos, que le impedían ver con claridad a las otras burbujas, y si veían tenían ciertas concepciones difusas de las demás.
La vida se dio cuenta que no era la única que no sabía donde iba, y pensó que había hallado una solución. Pero aún seguía viviendo en el pasado.
Y así cayó una y mil veces pensando en su pasado, sin darse cuenta que vivía, viviendo del pasado.
Hasta que un día una burbuja chocó con ella, la lleno de color de fantasía. Y pensó que había hallado una solución. Pero su pasado de haber vivido en el pasado la condenó. Porque su pasado ya no tenía importancia, y su presente... Su presente no era más que una mala versión de su antiguo pasado.
De Carito… una especie de cuentito…

martes, 27 de noviembre de 2007

Un Encantamiento Manchado

Se despertó entre nubes grises manchadas de Sol y de Lluvia. Pero no eras aquel que me habían dicho, ni siquiera el que insinuabas ser. Hoy te miro por un cristal que me receto el médico. Son para verte mejor.

- ¿Como podían haber tantos pequeños mundos dentro de uno tan diminuto?, me preguntó aquella mañana.

Pero él seguía dentro de su burbuja que no lo dejaba verme a su lado. ¡Para que pensar en una buena respuesta! No existían formas para acercarnos entre brillitos y pociones para la felicidad.

Me explicó que solemos decir un poco menos que la verdad. Me hubiera sido más provechoso algo que no supiera. ¿Por qué creemos que las distancias en el tiempo de las personas las harán tener la mejor palabra?

Por la confusión no notó que ya no estaba allí. Esta vez el riesgo fue mucho mayor, y seguramente más que nada.

No dejes de mirarme asi, pensé. No dejes de hacerlo.

Buscaba algo multicolor y lleno de luz como las cosas que escribía. Una mirada mágica desde hace tiempo, y no pudo llegar a darse cuenta. Así me exploraba, y habló sobre nosotros. Nuestro pellejo ya se destrozó en el asfalto tantas veces. Con encantamientos, tal vez, los hubiéramos arreglado y así, no dependeríamos de cirugías.

Lo que no olvidaré fue lo que dijo aquella salpicada mañana:

“Sos todavía demasiado joven para saber que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado (1).”

Pero ni siquiera estas fueron sus palabras… como todo… había sido parte de una travesía mágica que sólo pudo ser descubierta en un amanecer.

1- “El amor en los tiempos de cólera”…

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Mentira: fácil de conseguir y de hacerla correr.


¿Llegaremos a ser sinceros algún día? La cuestión de los Boludos Importantes parece que nos toca un poco a todos o ¿le tocó al del frente?…eso al menos es lo que quisimos creer.

¿Los mentirosos importantes entrarán en la misma bolsa?

La mentira lleva por dentro mucha mala leche. No quería entrar en palabras que todos decimos pero lo voy a hacer igual: que esta nos enreda y que siempre se descubre, que yo no miento, que las hay chiquitas, que las hay grandes, que con una no pasa nada, que a vos nunca te mentí…¿aburre no?

La mentira viene siempre acompañada de esas ganas de joder al otro…el otro che, que Boludo más Importante…ganas de joderlo, de reventarlo (reventar: palabra que encaja perfectamente en muchísimas ocasiones).

Los desencuentros nos enredan y el tiempo es cómplice de mucho más. Nos queremos dar cuenta que siempre debemos tener bajo la manga una pregunta…no importa si es mala, aburrida o desequilibrada, es una posibilidad de no caer en eso que a muchos ocasiona fobia…La Rutina.

“Todo forma parte de un show- me confesó el destino-. El amor, el deseo, la palabra, la mentira y eso que decimos que es la verdad.”

¿Por qué solo encuentro pedazos de cartón mal recortados?

Un suspiro y ahí adentro nos encontramos, bajo la Luna, fiel testigo de nuestro egoísmo, de nuestro desinterés por el otro. Dentro del afán de encontrar algo más agradable en nosotros: demostrar lo lindo y simpáticos que podemos ser sin ningún tipo de inconvenientes.
Acabemos rápido, sin palabras. Vos sabés que no me importas, yo creo que lo sabés. Yo se que no te importo, creo que lo se.
Me importo yo, me gustas vos. Te importas vos, te gusto yo.
El tiempo sobra a veces… ¡Mirá hay una manchita en la pared!
Nos propusimos pintar las estrellas de verde duende, cambiar nuestra forma de ser cuado sean las doce y revienten un par de cohetes.
Las ganas se acaban después de unos minutos…
“De algún intento (exitoso) se habrá formado la vida, el destino y la luz”.
Yo y mi Pelotudita Melancolía.

¡Macanudo! ¡Algún atrapasueños se habrá quedado con todos los míos!


¿Qué dolor merece discurso?

Preguntas estúpidas, respuestas re-buscadas. Justo ahí en el sabor y el tan mediático placer (y esperemos popular) ese maldito, extravagante, y divertido signo de interrogación. Encontrar significados para luego perderlos, descubrir sensaciones para después tener que evadirlas.

Compartamos esa travesía que seguramente al final del recorrido nos hará tanto mal. Así el dolor no sólo será mío y podré disfrutar observando algo inédito: un pensamiento en el vacío.

Bajamos, me llevaste hacia ese lugar al cual siempre nos habían prohibido ir. Corrimos, no nos alcanzamos. Quedamos inmersos en la ignorancia, nos abandonaron en esos caminos.

Pensé que con esfuerzos, silencios y tiempo lograría un cambio en el destino que nos condenaba a diferencias y distancias.

¡Relámpagos! Las tinieblas se aproximan desde detrás de lo que cuentan que todas las personas terminan por ser.

La historia fue una más para la colección de sentimientos enfrentados y perdidos. Los silencios de nuevo son los protagonistas del show, se que los serán por mucho tiempo (espié el guión, se que esta mal, pero ya conozco el final).

¡Macanudo! ¡Algún atrapasueños se habrá quedado con todos los míos!

Hubo Una Vez Un Príncipe De Alguna Final Primavera…

Así el destino distraído nos encontró en una bisagra del tiempo. Hoy, después de mucho estoy segura de esto. Se que algún día encontraré mil respuestas dentro de algún pasado pero caí en la cuenta que comencé a crear líneas pensando en tu mirada.

Muchas veces nombré a un príncipe de alguna final primavera. Creo que existe una etapa en nuestras vidas donde los cuentos podrían hacerse realidad, donde había tiempo para esperar…fue en uno de esos días cuando te conocí.

La realidad nos empujó hacia la distancia, espacio para encontrarnos y conocernos, lugar para que podamos descubrirnos de una buena vez a nosotros mismos.

Como todo, también los momentos fueron contados, uno tras otro. Nos acercaron, nos alejaron de entre la gente, y congelaron en una final primavera nuestra historia. Y este es su príncipe, con sus carcajadas y ansias de fama.

Tal vez todo se deje de recordar, tal vez todo nos deje de doler y se entienda que esto va más allá de lo que nuestro egoísmo nos obliga a ser. Con vos descubrí que estamos en busca de sensaciones. Con vos descubrí que las personas cambian, y es nuestra historia la cual me hizo crecer.

De esta manera fue como el amor tomo otro color, y logró hacerme entender. Así empecé a hablar de amor, empecé a hablar de vos, de algo que fue y se quedó confundido como un suspiro en el viento. Y si, tengo que nombrar al amor, después de todo (y de nada, como me encanta decirlo) es en ese momento en que el cual el tiempo se detiene en el espacio y lo “podemos ver ágil y fino cruzando la plaza con veloces pasos”. Justo ahí te guardé dentro de mi recuerdo, y fue así como muchas veces te tuve presente. Y aunque te haya buscado en mil sombras. Me despertaba y no eras vos, ¿dónde estuve?

Una vez nos encontró el destino, no muy difícil en un pueblo (prejuicioso podríamos decir, pero que pueblo no lo es), después de mucho nos volvió a cruzar, cuando éramos un poco más de los mismos diferentes. Nos debemos la historia que fue después. La historia que se bifurca después de lo sentido (podrá ser sin sentido, no entiendo de esas cosas).

“Un amor imposible que duró lo que dura una posible eternidad”…

Ansiedad


Sentimientos que hablan un poco sobre nosotros. No se si vale en el tiempo y en el espacio los segundos que se gastan en el aire de los pensamientos.

Me ahogué con una palabra dentro de mi inconciencia. Quedaron mil marcas en el cuerpo y los colores de un cuento de hadas salpicaron nuestras miradas.

Multicolor destino que guías a mis líneas hacia la luz que se nos escapa del alma… ¿Qué no podría pedirte?... ¿Qué es lo que aún no me has concedido?

La fantasía y la realidad guardan silencio detrás de las sombras.

La mayoría de las veces no se comprenden las palabras cuando susurra nuestra voz al viento.

Energía multicolor

(Cualquier similitud con la realidad no es coincidencia)

Con algún tipo de luz que ocultamos detrás de la mirada me esperas en el lugar acordado.

Pise tierra y me llevaste de repente al espacio. Todo fue relativamente como lo esperamos en cierto lugar del tiempo.

Los corazones siguen ahí, sin lograr un punto de contacto pero la piel siempre va mucho más allá que cualquiera. Juega con el deseo y con esa especie extraña y difícil de entender, el placer. Se divierte cambiándolo de lugar, acercándolo, alejándolo una y otra vez.

Las escenas siempre guardan un poco de lo que fueron. Cada vez intentan aproximarse más tu alma y la mía. Cada encuentro guarda sus silencios y sus olvidos.

Descubrimos colores que se ocultaban bajo las llaves de lo que aún no podemos ver en el otro. Las sorpresas siempre se nos escurren de entre los dedos… ¡para qué las necesitamos!

Cuando tomas el camino más corto al recuerdo, y se pierde tu sombra en el horizonte, te llevas algo que siempre se renueva en mí. Y cuando recupero lo perdido, ahí regresas y te lo llevas de nuevo.

Como no nombrarte…atrevido destino…que observas junto a la luz de la Luna reflejada en la cara del río dos personajes de cuento que se escaparon de la aburrida moraleja y hoy se entretienen enredando su energía multicolor.

“Si vas a decir mentiras no pierdas la elegancia.”

Me hubiera gustado ir un poco más allá de lo que el viento nos insinuaba a llegar. La verdad, tenía miedo de no saber como volver. ¡Siempre dando vueltas sobre lo mismo! Decirlo no es ninguna novedad.

Habían dicho que era más fácil, que llegabas a cierto punto y “Todo” estaba escrito. Cerré los ojos y por unos segundos vi lo que me esperaba a la vuelta de esa esquina ¡Tenía que haberlo anotado! Últimamente suelo olvidarme de mucho.

Necesito saber: dónde comprar paciencia a un precio razonable, dónde dan recetas para esperar, ¿dónde encuentro lo Difícilmente Fácil?

“Todo” no es lo mismo en el mundo entero, ni siquiera se si es lo mismo para vos y para mi. “Todo” puede ser… En tiempo: dos semanas. En felicidad: una sonrisa. En dinero: una casa, un auto. En sexo: 11 minutos (Coelho). En amistad: una presencia. En “amor”: seis caracteres. En salud: un negativo.

“Todo” depende del lugar donde estás parado en la vereda.

Hablamos de lo que podríamos llegar a No-Sentir, sobre lo que estaría bueno hacer. Me contás sobre tu vida, yo algo de la mía, hasta que creo que lo se “Todo” (muy ingenuo lo mío). Así, mis cuentas te encontraban muy extraño a mi: tu vida, lo que hacías con ella, los temas sobre los que hablabas. Pensaste lo mismo de mí.

La leña está en el fuego pero…

- ¡Hasta mañana!, me dijo, (más que seguro) nos olvidaremos.

- ¿Cómo habría sido si hubiera empezado diferente?, me pregunté.

Nunca pude ser eso que todos esperan de vos.

- Disculpa, sólo pensé en el uso que le podemos dar a la imaginación y “en los días que corren, mi amor” (Fito), es mucho pedir.

Las distancias: entre el espacio, la verdad y la historia.


¿Por qué haces una historia de un cuento?

¿Por qué te ideaste como personaje en él, si sabés muy bien que no lo sos?

¡Otra vez vos, Espejo! Nos enfrentás con nuestros defectos y maldita cara de nada.

¡Por fin! Pude ver al destino a los ojos. Todo sería más fácil a partir de aquí, pensé. Así, necesitaba quererte, el destino me lo había dicho: no se la razón, ya estaba escrito. Entonces, espere todo lo que me fue posible para que se retractara y me dijera que era un chiste. Quería que no fuera verdad.

Pero pude necesitarte…te necesité. Y fracasé de nuevo. Nunca aprendí cómo insistir por algo que quiero para mí. No comprendí la fábula del final pero se que fui quién perdió, no es novedad.

Por primera vez había aceptado algo de mí que rogaba no lo fuera: un sentimiento maldito “que te destrozaba las noches”. ¿¡De que sirvió!? Cualquiera te roba los sueños, el amor, la magia y las ilusiones.

Mentiras, más mentiras: entre la gente, entre frazadas, entre palabras, entre nosotros. Mi personalidad es la que coloca trabas por los caminos. Y vos, desde siempre muy amigo de la indiferencia, la venganza y el vacío, lo que lastima en el pecho.

Siempre espero a lo peor. Ahí está, como es costumbre, lo peor aguardándome, fumándose un pucho muy tranquilo. Sabe muy bien que voy a pasar por ahí, siempre por los mismos caminos.

Otra vez a las equivocaciones, a los arrepentimientos, a la cara de fracaso en el Espejo. Otra vez el vacío y la incertidumbre. ¡Jamás quiero volver a ser confidente de algún destino!

¿Cómo te juzgo a vos? ¿Cómo me juzgo a mí? Hagamos todo el mal que podamos hacer al “Otro”, así recibirá todo lo que nos dio alguna vez. ¡Qué cadena de mierda! ¡Qué actitud estúpida!

Ya me olvidé lo que tenía para decirte. ¿Dónde se ocultan las palabras? Estos presentimientos, estas visiones… Todo nada más que nada.

Cualquiera, como vos

Entre la verdad – sinceramente, una cualquiera- y la patética mentira: necesito descubrir lo que las une. Por eso hoy estás ahí. Te escondés entre dudas, y esfuerzos para cumplir promesas que solemos hacernos a nosotros mismos.

Ya lo se, me perdí. Pero…

- ¡Andate Conciencia, no te quiero escuchar! ¡Maldita ingrata, hacés que piense en mañana!

¡Hey…hey! Sí a vos, “Esperanza”, putita vestida de verde -en palabras de Cortázar-, una pregunta: ¿qué hago ahora con vos?

Entre las palabras que jamás pensamos decirnos, entre besos que no quisimos darnos nunca, entre recuerdos esquivos que nos condenan a mostrarnos lo que fuimos, entre el destino que siempre mira para otro lado; la verdad, si esa cualquiera, no se en cual bolsillo esconderte. Y para no perdernos en la noche con la costumbre, “una verdadera mala junta”, esperemos entre telas blancas y mañanas olvidadizas (para mi suerte) el final de esto.

Situaciones que ya se escaparon. Saltaron por la ventana y se fueron. Corrieron hacia un pretérito imperfecto. Seguramente las dejarán ser mucho más libres de lo que serían entre mis ganas y deseos de hacer lo mismo que ellas: escapar.

“Esa divina luz se fue apagando de a poco…con el tiempo que se te enreda entre las piernas.”

Cuando creamos líneas se bifurcan dos mundos: el ideal y el real.
De la realidad (transformada en unos cuantos caracteres) fabricamos ideales que cuentan solamente un poco de lo que ocurrió en verdad en los sucesos que conducen a la vida a ese callejón sin salida.
Pero hasta los ideales nos resultan muchas veces cólicos, y preferimos quejarnos a ver esas grandes pequeñas cosas (tan famosas) que son minoría los que se empeñan en descubrir y rescatar de lo profundo del anonimato.
Hablar sobre vos, hablar de los momentos de antes ayer, hablar de mariposas, hablar de cuentos, hablar de sapos en algún pozo…no es al final (y al principio ¿porqué no?) exactamente lo mismo…ideas que se transan con la realidad.
No podemos acomodar en la memoria lo real soñado o lo ideal vivido. No podemos hacer coincidir lo real vivido y lo ideal soñado.
¿Valdrá la pena pensar en alguna buena ansiedad frustrada si después el recuerdo nos deforma lo que en verdad ocurrió?
Las palabras que decimos construyen lo que somos bajo cada una de nuestras caretas y bajo las sábanas. La sinceridad y las mentiras forman parte de lo que somos.

Distintos-Parecidos

“Yo diría que nos pusiéramos todos contentos sin preguntarnos porqué.” Felipe.

Tenemos un montón de cosas en común. Nos gusta la misma música, vamos al mismo boliche, somos del mismo signo. Además yo coincido en eso de que la mirada dice más que mil palabras. Nos gusta la gente sincera y directa, la que hace y dice lo que piensa. ¡Somos tan parecidos! WAU!!

Uh!! No tenemos nada en común!! Porque YO soy de ese tipo de gente que ni ahí hace esas cosas. YO soy re tranqui. ¿Viste como siempre quiere tener la razón? YO te digo que no es así, porque YO ya pase por eso y te lo digo por experiencia, YO se cómo es eso. Vos sos taaaan diferente, YO conozco la gente como vos porque YO…

Se entendió, ¿no?

Te busque porque sos tan parecido a mí. No te encontré porque los parecidos me dan dolor de panza.

Te encontré porque sos tan diferente a mí. Los polos opuestos se atraen, ¿no?...el dolor de panza no se va.

Buscar-Encontrar…... ¿y si nos perdemos sin preguntas?

Otra vez…”Yo diría que nos pusiéramos todos contentos sin preguntarnos porque”.

¡Ay Felipe querido si fuera tan fácil y divertido!

Más alla de un espejo

“Aturdido por dos nostalgias enfrentadas como dos espejos.

Y que en cualquier lugar que estuviera recordarán siempre que el pasado es una mentira. Que la memoria no tenía caminos de regreso. Que toda primavera antigua era irrecuperable. Y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.”

Gabriel García Márquez.

Ponerle un nombre a un personaje, situarlo en algún lugar del tiempo y del espacio. Darle forma y color. Lograr que tenga por unos instantes vida propia. Después dejarlo morir entre promesas de fama y tristes recuerdos de irrealidad. Solo son palabras… pero no lo logro entender. Dejar que respire por unos segundos, después sacarles el aire para siempre.

Va más allá de cualquier situación. Se resignaba a escribir palabras que no surgían de entre sus cejas. Lo que escribe de alguna manera la refleja y le molesta entre los dientes decir cosas que sabe que no son. Por eso la razón de decir que empezaba mentirte de nuevo.

El pánico de toparse con algo que en verdad le molestara. Confundida con lo que dijo que era verdad, en las promesas que nunca cumple.

No puedo dejar de hablar en tercera persona. Sigo cometiendo los mismos errores que ayer. Me esfuerzo en vivir en algún pasado no inmediato que me confunde en los sueños.

¿Dónde se quedaron las primeras personas? ¿Dónde quedaron los amigos imaginarios?

Crear una situación que tenga algún final. ¿Por qué? Si no creo que una historia se acabe en algunas líneas sino que las cosas siempre van más allá. Perfecta excusa. ¿Y el cuento de Blancanieves? ¿Y la historia de Caperucita que termina con un fin aburrido, inesperado o esperado como tantos, como todos? Eso no me convence. No es más que vueltas y vueltas sobre palabras que ya dije; sentimientos ya sentidos sin sentido, por partes que no encajan. Los cuentos no son para mí.

No dejo de hablar del otro, no dejo de pensar en cuentos aunque me contradiga. En historias que nunca empezaron y que por obvias razones no tendrán jamás su final, un santo entierro para sus almas. No puedo salir de las mediocres historias de amor, de los cuentos con mariposas de colores, de los príncipes de alguna final primavera, de luces y brillitos, del tiempo, del recuerdo, del placer.

Me perdí en lo que todo el mundo intenta ocultar detrás de las miradas. No pude mentirme una vez más. No supe porque ya no quería mentirme.

Contener la respiración mientras tus palabras me sacan el aire.

Es como si todo el tiempo estuvieras fingiendo. Que debe decir lo que siente. Que ambos son parecidos. Que ambos son diferentes. Que buscaba algo multicolor y lleno de luz como las cosas que escribía.

¿Dónde buscamos los sueños que quedaron en llegar a las 11 de la mañana y nunca aparecieron? ¿Dónde puede reclamar paquetes envueltos y muy bien sellados de esperanzas e imaginación que pidió por encargo, ya que todo eso lo empeño en alguna patética noche donde supuso que podía ser tan estúpida como comentó que era? Maldito momento en que creyó que siendo algo que no era estaría bajo protección. Maldito segundo en que se aseguró de que todos formamos parte de la misma bolsa.

No puedo ir mas allá del pasado, es obvio que nunca saldré de uno que ya estaba escrito. Frases a las cuales siempre zurzo para que no se desprendan de lo que en verdad son. Intento safarme de esto, no lo consigo.

Presiento que todo se esta repitiendo. Teoría que mil veces confirme. No se si nos daremos cuenta que los ciclos nos confunden entre la gente.

Lo que esperan de vos

La historia no es lo que decimos, la historia es lo que en verdad sentimos dentro. No es lo que queda bien, no es lo que combina, no es lo agradable al ojo humano, no es solamente- y es justo decir “sinceramente”- nos da placer.

La verdad se encierra dentro de nosotros y nos encierra ahí a nosotros mismos. Los silencios que hacen escándalo en nuestro interior se acobardan al salir a la luz, y todo lo que no encaja, y todo lo que es diferente. Eso si es parte de la historia, de la verdad.

El destino nos coloca en su sin tiempo de olvido y dolor. El sabe donde deben ir los puntos y apartes, los puntos finales. El sabe de espacios y gramática.


Lo que espera el otro de vos, lo que vos esperás del otro.

Con los ojos bien abiertos y el oído atento percibimos las acciones de los otros.

Ah no!!! ¿Yo? A mí no me importa lo que dicen los demás de mí, yo hago lo que quiero y no jodo a nadie. Vivo inmersa en mi burbuja, no necesito de nadie y estoy re bien así.

Pero... ¿ustedes qué miran? ¿Estoy despeinada? (estoy pelada: que mal te queda) Si ya se. Estoy gorda pero ayer empecé la dieta esa la de la Luna o… ¿no se habrán enterado? ¡Me muero! Pero ojo che yo no soy así, soy una re buena persona. Preguntale a fulanito que me conoce re bien. Además, fue la primera vez ni en pedo que lo vuelvo a hacer.

Lo que esperás que esperen de vos. Lo que los otros esperan que esperes de ellos. Todos esperando a que alguien espere pero todos hacemos como si no esperáramos nada… ¿y el sentido? ¡Ah! eso te lo debo.

“Al fin nada tiene que ver con la intención del autor sino con la interpretación del lector” (Bajtin si no me equivoco)

¡Entendé lo que quieras! Al fin y al cabo siempre pasa eso.

Divina Wau

Después del fracaso de mi flog (dos posteos), y de las críticas por mis mails reenviados decidí sumarme al mundo de los Blogs y publicar mis textos acá. No se cuanto durará esto. Tal vez nada más que dos posteos como mi triste fotolog, pero bueno, será un intento.

Hace pocos días, cuando empezábamos a escribir la revista para Gráfica-materia de la facu- un compañero me dijo que uno siempre escribe lo que ha leído. No se de dónde lo habrá sacado (seguramente no habremos leído lo mismo) pero creo que tiene mucha razón. Y aunque todo discurso sea siempre es una copia (como diría una profesora: “no podemos pretender ser originales”) me gustaría no quedarme con eso. Intentemos “pretender” ir, por lo menos, un poco más allá.

Escribimos siempre para Otro, y cuando este se siente identificado con nuestros textos –canciones, cuentos, poesía, chistes, etc.- hemos cumplido, en algún punto, con nuestro propósito. Es por esta razón que a quienes transitan por mis textos, ahí van mis ¡Gracias! También, a todas las que hace bastante, confían un tiempo a mis líneas. En los días que corren es difícil dar como presentes algo de nuestro tiempo.

Espero que les guste, aceptó comentarios (es lo más entretenido de esto) y hasta las más severas críticas. Bueno, creo que “Ya Da Ya”.